Por: Felipe Vasconcelos (Nivel B1)

Los descubrimientos sobre la física revolucionaron las tecnologías y convirtieron la forma como hacemos todo, desde el transporte hasta la comunicación. A pesar de ser una parte vital de nuestras vidas, ella es tan común que ni nos acordamos de cómo sería si no estuviese aquí. Con eso, ¿por qué intentamos pensar cómo sería, de verdad, vivir sin ella, o al menos una parte de ella?

Empecemos por fricción, una cosa tan simple que casi no recordamos cómo funciona; pero, si eso no estuviese en nuestras vidas, no conseguiríamos movernos de la forma tradicional. El andar normal o el movimiento de los autos serían imposibles, ya que la interacción de nuestros pies o de las ruedas de los autos con el suelo, y el efecto de fuerza que uno hace sobre el otro, es el principio básico detrás de los autos y de que nosotros consigamos movernos.

Ahora, la gravedad, otra ley que es tan común para nosotros que es imposible pensar en un mundo sin ella. Bien, eso es imposible de pensar, porque un mundo sin ella no existiría. Si ella no estuviese aquí, la atmósfera y los otros fenómenos, como la capa de ozono, no se mantendrían, ya que estos están compuestos de gases que, sin la gravedad, saldrían al espacio; y nosotros no tendríamos protección de los fenómenos del universo y no podríamos ni respirar, ya que el aire de nuestro planeta está equilibrado de forma perfecta para nuestra vida, y cambiarlo con esa intensidad acabaría con la vida en la Tierra en pocos minutos.

De esta manera, conseguimos ver cómo leyes tan simples del día a día, como la gravedad y la fricción, tienen funciones tan complejas que es inviable imaginar una realidad en la que ellas no existen. Además de eso, hay muchas otras funciones y leyes de la naturaleza que tienen responsabilidades indispensables para nuestra vida, y conocerlas bien o no se mostró como uno de los aspectos esenciales para que consigamos evolucionar como especie.

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